Nunca había creído en los
agoreros ni en los que veían el final del mundo a la vuelta de la esquina, y la
frase «cualquier tiempo pasado fue mejor» le parecía una sandez que a base de
tanto generalizar no quería decir nada. Cada vez que sus amigos sacaban el tema
de las profecías mayas sobre el fin del mundo el veintiuno de diciembre de 2012
se lanzaba con retintín sobre ellos, evocando la patraña consumista que se
había articulado en torno al colapso informático que se tenía que producir el
uno de enero del año 2000. Después, para culminar su sarcasmo, les recordaba los hombres-anuncio americanos,
con un cartel delante y otro detrás conminando a los transeúntes a
arrepentirse, porque el final está cerca.
Si te ha interesado este fragmento y te gustaría leer más, visita Amazon (.com/.co.uk/.es), Barnes and Noble, AuthorHouse, Blackwell's, eBookMall, Powell's, Bücher, Scribd, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario